Publicada el Vendredi, 23 de novembre de 2018

Decae la moción de UPN que defiende el “derecho de los padres a elegir la educación” y cuestiona el “adoctrinamiento” del programa ‘Skolae’

Demandaba “participación de las apymas y respeto a las creencias morales de familias y docentes, con el fin de no menoscabar esa potestad en un tema tan controvertido”

El Pleno del Parlamento ha rechazado hoy, con los votos en contra de Geroa Bai, EH Bildu, Podemos-Ahal Dugu-Orain Bai, PSN e I-E y los votos a favor de UPN y PPN, una moción tendente a “considerar la coeducación como un elemento fundamental en la formación integral de la persona, de manera especial, en los más jóvenes. La coeducación formará parte del contenido educativo implantado en los centros educativos y, en el caso de la educación afectivo-sexual, contará con la participación de las apymas y el respeto a las creencias morales de los padres, madres o tutores de los escolares”.

 

La moción desestimada incluía un segundo punto para que, a su vez, el Legislativo Foral emplazase al Gobierno de Navarra a “respetar el derecho de los padres y madres a elegir la educación que quieren para sus hijos, tal como amparan la Constitución Española y la Declaración Universal de los derechos Humanos”.

 

En ese sentido, se apuntaba que “no cabe el adoctrinamiento por parte de los responsables educativos para imponer una ideología o postulados políticos concretos, como se pretende con algunos contenidos del programa de coeducación Skolae”.

 

Del mismo modo, ya en un tercer apartado, se exhortaba al Ejecutivo Foral a que “el material y planteamientos de cualquier iniciativa o programa que aborde la coeducación y la educación afectivo-sexual cuente previamente con el conocimiento de las apymas de los centros educativos y el consentimiento de las familias y sea acorde con las creencias morales de las mismas”.

 

En la exposición de motivos, la moción impulsada por el G.P. UPN esgrimía el “derecho de padres y madres a educar a sus hijos en las creencias morales que, siempre conforme a los principios recogidos en la Constitución y la Declaración Universal de Derechos Humanos, consideren adecuadas”. Y ese respecto, advertía que “ni la Administración ni la escuela, ya sea pública, concertada o privada, pueden menoscabar esa potestad, menos aún en temas tan controvertidos como el afectivo sexual”.

 

En ese marco, se aludía a la “libertad, al respeto a la igualdad de oportunidades y a la asunción de la diversidad” para, tras rechazar de facto el “adoctrinamiento y el pensamiento único, contravenir “cualquier intento de imponer a los escolares una determinada visión de las cosas, algo propio de países totalitarios”.