Publicada el Donnerstag, 28 de November de 2019

Aprobada una resolución por la que se insta al Gobierno de Navarra a elaborar un Plan de Lucha contra el racismo y la xenofobia de base intercultural

Se urge a definir las bases de una convivencia intercultural antirracista que asuma la importancia del fenómeno migratorio, vital para el sostenimiento del régimen de bienestar

El Pleno del Parlamento ha aprobado hoy por unanimidad una resolución por la que se insta al Gobierno de Navarra a “abordar, lo antes posible, un Plan de Convivencia intercultural con un enfoque comunitario, donde se trabaje desde cada barrio y cada localidad con todo el vecindario”.

 

La resolución aprobada incluye un segundo punto en el que, a su vez, se exhorta al Ejecutivo Foral a “elaborar un Plan de Lucha contra el racismo y la xenofobia, que incluya la Oficina de información y denuncia para víctimas de delitos de estas características”.

 

Del mismo modo, ya en un tercer apartado, se emplaza al Gobierno de Navarra a “crear una Comisión integrada por otros departamentos y áreas del Gobierno de Navarra (Derechos Sociales, Educación, Salud, INAI…), que coordine, revise y mejore las actuaciones en todos los ámbitos de las políticas migratorias”.

 

Asimismo, se compele al Ejecutivo Foral a “llevar a cabo una política migratoria planificada y coordinada con el resto de Administraciones Públicas, así como con los agentes sociales y civiles de nuestra Comunidad, con el fin de facilitar la integración plena de este importante sector de la población navarra”. Este epígrafe ha sido agregado a instancias de Navarra Suma.

 

En la exposición de motivos, la resolución impulsada por el G.P. Podemos-Ahal Dugu urge a definir las bases de una convivencia intercultural antirracista que, asumiendo la importancia del fenómeno migratorio, vital para el sostenimiento de los regímenes de bienestar, favorezca la inclusión real de las personas migrantes.

 

A ese respecto y en lo tocante a la Comunidad Foral, uno de los territorios con mayor esperanza de vida de toda la Unión Europea, se recuerda que “una quinta parte de la población navarra tiene ya más de 65 años” y se advierte que la pervivencia del actual modelo de bienestar, más aún teniendo en cuenta las bajas tasas de fecundidad, enfatiza la necesidad de flujos migratorios que aseguren el reemplazo generacional.